Nota: En
esta ocasión, el autor hará algo diferente a lo acostumbrado en los últimos 5
años, mil disculpas para todos aquellos que han acompañado en este
tiempo, a los que se han sumado en el camino y a los que no están también.
Compartiré
con ustedes lo menos malo que considero puedo hacer, este año como
tradición de este Poeta sin Versos, pero muy irreverente en
sus letras, con todo el carácter eufemístico y simbólico característico de este autor, el género escogido fue: el Cuento.
Pero
tranquilos, ahora no les voy a pedir que entiendan lo que quiero decir, peor aún
el significado que engloban todas las paradojas enquistados en este relato, ya
que su concepción tal vez solo la entienda yo. Si es que entiendo algo de lo
que escribo. Hoy en la EFEMÉRIDES de mi nacimiento ΙΙ, te
pongo estimado lector a consideración todo el camuflaje literario, para que
seas tú, el que decida cuanta piola quieras darle a esa cometa que todos
tenemos, claro que algunos la llaman de otra manera. Sin más ni menos, gracias
por ser parte de esta Faena.
PESCADOR
DE ANHELOS
Hace algunas
primaveras y muchos inviernos en un lugar cerca de aquí y no muy lejos de allá,
el hijo de un padre sin rostro y una madre sin límites. Estaba en la orilla de
un charco inmenso de agua salada, como él lo llamaba, preparando lo que sería su
jornada, arreando redes y anzuelos, sus pies descalzos, y sus manos vestidas de
esfuerzo, mostraban un camino sin huellas, propios de aquellos que luchaban a
diario, porque es lo único que saben hacer, porque es la única opción, que la
vida les dejó.
A pesar de que ese día era la EFEMÉRIDES de su nacimiento sabía
que en sus espaldas, no solo estaban depositados el peso de las gavetas con la
pesca del día, sino toda la responsabilidad, que a su corta edad llevaba consigo, lo cuál pensaba que
era normal, en su ignorancia existía tanta inocencia, que era endemoniadamente
bueno, tanto así, que sus oídos podían descifrar el silencio del mar. Con el
mismo sonido una y otra vez que según él decía: LIBERTAD, LIBERTAD.
Su mirada llena de
expresión y su sonrisa disimulada, se complacían al ver las aves volar, quería
ser una de ellas para poder conocer todo el gran charco, que siempre visitaba,
pero que nunca lo invitaba, así que hizo lo más cercano que podía estar de
volar: una cometa, la realizó con mucho amor, a la cual, le dibujó todos sus sueños y
le escribió sus más grandes anhelos, voló como ninguna otra lo haya hecho antes, las aves
en el cielo pensaban que era una más de ellas, le dio la suficiente piola para
que se sintiera libre y segura, en eso; un viento oscuro envidioso de su
colorido, le susurró que podía ir más allá, que no necesita la piola que le
arreaba un simple pescador, y un ave de las que nunca faltan, que había
escuchado todo, la invitó a que la siguiera. Y la cometa hecha con tanto Cariño
con tanto Amor se marchó, cargada de todos los sueños y los más grandes anhelos
que el pobre muchacho pudo dibujarle.
Decepcionado y ahora
realmente pobre, porque se había marchado el verdadero tesoro que
puede tener alguien, regresó con la mirada al piso pero el corazón
encendido ya que por unos momentos entendió, lo que era realmente
el Silencio del Mar. Y silbando bajito regresó a su Faena, como
el verdadero “Pescador de Anhelos” que era.
Posdata: si alguna vez mirando hacia el firmamento ves un
ave multicolor recuerda que puede ser, la cometa de un simple
pescador.
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